Pocas figuras de la historia marcaron tan profundamente la existencia de Portugal en su configuración y en la relación con el mundo, de una forma tan radical y transformadora como el Infante D. Henrique (1394 - 1460).
Fue el quinto hijo del Rey D. João I, fundador de la Dinastía de Avis y de Doña Filipa de Lencastre. También conocido como "El Navegante", dejó a Portugal y al Mundo un enorme legado como una importante figura de la historia medieval, siendo uno de los mayores protagonistas de los descubrimientos marítimos portugueses.
Falleció en Sagres y sus restos mortales descansan, desde 1461, en el Monasterio de Batalha, en la Capilla del Fundador.
En 2010, en el ámbito de las celebraciones de los 550 años de su muerte, se inauguró el busto que se encuentra en esta plazuela.